En un mundo globalizado donde las transacciones comerciales traspasan fronteras con facilidad, la posibilidad de tener que cobrar una deuda en el extranjero es una realidad cada vez más frecuente para empresas y autónomos. Sin embargo, este escenario, que a priori puede parecer un laberinto legal y burocrático, tiene sus caminos y sus reglas.

En RedClaimer, entendemos la frustración que genera un impago, y más aún cuando el deudor se encuentra fuera de nuestras fronteras. Por ello, hemos preparado esta guía práctica para ayudarte a navegar por el complejo panorama del cobro de deudas internacionales, enfocándonos en la vía amistosa y teniendo en cuenta las últimas novedades legislativas y el derecho internacional.

La Vía Amistosa: Tu Primera y Mejor Opción al Cobrar una Deuda en el Extranjero

Antes de adentrarnos en los vericuetos legales, es crucial destacar la importancia de la vía amistosa. Intentar un acuerdo extrajudicial no solo es a menudo la forma más rápida y económica de cobrar una deuda en el extranjero, sino que también preserva la relación comercial, algo invaluable para futuras operaciones.

Trucos y técnicas para la negociación amistosa:

  1. Comunicación clara y profesional: Aunque la barrera del idioma pueda ser un desafío, la comunicación debe ser impecable. Utiliza un lenguaje claro, conciso y profesional, evitando cualquier atisbo de agresividad. Si es necesario, recurre a servicios de traducción jurada.
  2. Entender la cultura empresarial local: Las normas de etiqueta y las prácticas comerciales varían enormemente entre países. Investigar y comprender la cultura del país del deudor puede ser un factor determinante en el éxito de la negociación. ¿Se valora más la formalidad o la flexibilidad? ¿Hay festividades o periodos de vacaciones que puedan retrasar la respuesta?
  3. Ofrecer planes de pago flexibles: Un deudor en el extranjero puede enfrentar dificultades económicas por motivos ajenos a su voluntad. Ofrecer un plan de pagos fraccionados, una quita parcial o incluso un cambio en los plazos puede incentivarle a cumplir con su obligación. Es preferible cobrar parte de la deuda que perderla por completo.
  4. Documentación impecable: Asegúrate de tener toda la documentación de la deuda en regla: contratos, facturas, correos electrónicos, albaranes, etc. Cuanta más evidencia tengas, más sólida será tu posición negociadora. Esto es especialmente crítico cuando intentas cobrar una deuda en el extranjero.
  5. Utilizar mediadores o agencias especializadas: Cuando las comunicaciones directas no surten efecto, recurrir a un mediador internacional o a una agencia de cobro de deudas especializada en el ámbito internacional, como RedClaimer, puede ser la clave. Estas entidades conocen las leyes locales, las prácticas culturales y tienen la experiencia necesaria para negociar eficazmente.

La Nueva Ley de Eficiencia Procesal y su Impacto en el Cobro de Deudas

Aunque su aplicación principal se centra en el ámbito nacional, la Ley 17/2022, de 5 de septiembre, de eficiencia procesal del servicio público de justicia, introduce principios y herramientas que indirectamente pueden facilitar el cobro de deudas, incluso aquellas con un componente internacional.

Esta ley promueve la solución extrajudicial de conflictos como paso previo a la vía judicial. Esto refuerza la importancia de la negociación amistosa y el uso de la mediación. Aunque no aplica directamente a procesos judiciales en el extranjero, la mentalidad que promueve –la de buscar acuerdos antes del litigio– es fundamental para cualquier reclamación transfronteriza. De hecho, muchos sistemas jurídicos internacionales también valoran la mediación y la conciliación como alternativas al juicio.

El Derecho Internacional y las Reclamaciones Fuera de España

Cuando la vía amistosa se agota y es necesario escalar la reclamación, el derecho internacional entra en juego. Aquí es donde la complejidad aumenta, ya que entran en consideración factores como la ley aplicable, la jurisdicción competente y el reconocimiento y ejecución de resoluciones judiciales.

Reglas y exigencias clave en el derecho internacional:

  1. Determinación de la ley aplicable: Uno de los primeros desafíos al intentar cobrar una deuda en el extranjero es determinar qué ley rige el contrato y, por ende, la deuda. Esto se establece a menudo en el propio contrato mediante una cláusula de elección de ley. En su ausencia, se aplican las normas de conflicto de leyes del foro (el país donde se interpone la demanda). El Reglamento Roma I de la Unión Europea es un ejemplo de norma que determina la ley aplicable a las obligaciones contractuales en la UE.
  2. Jurisdicción competente: ¿Dónde se debe presentar la demanda? La jurisdicción, es decir, el tribunal competente, también suele establecerse en el contrato (cláusula de sumisión a fueros). Si no hay acuerdo, se aplicarán las normas de competencia internacional. Dentro de la Unión Europea, el Reglamento Bruselas I Bis simplifica enormemente la determinación de la jurisdicción y el reconocimiento de sentencias.
  3. Procedimientos judiciales específicos: Cada país tiene sus propios procedimientos para el cobro de deudas. Algunos tienen procedimientos monitorios similares al español, otros requieren un juicio declarativo completo. Es fundamental contar con asesoramiento legal en el país del deudor para entender y cumplir con los requisitos locales.
  4. Reconocimiento y ejecución de sentencias extranjeras: Obtener una sentencia favorable en un país no garantiza automáticamente su validez en otro. Para cobrar una deuda en el extranjero a través de la vía judicial, la sentencia debe ser reconocida y ejecutada en el país donde se encuentran los bienes del deudor. Existen convenios internacionales (como el Convenio de La Haya sobre Acuerdos de Elección de Foro) y reglamentos europeos (como el ya mencionado Reglamento Bruselas I Bis) que facilitan este proceso. En ausencia de un convenio, el reconocimiento dependerá de la legislación interna del país donde se solicite.
  5. Embargo de bienes en el extranjero: Una vez reconocida la sentencia, se puede proceder al embargo de bienes del deudor en el extranjero. Este proceso también está sujeto a las leyes locales de ejecución y puede ser complejo.

Acciones concretas y consejos de valor

En conclusión:

Cobrar una deuda en el extranjero es un proceso que exige paciencia, conocimiento y, en muchos casos, la intervención de expertos. La vía amistosa debe ser siempre el primer paso, reforzada por las directrices de la nueva ley de eficiencia procesal. Sin embargo, cuando la diplomacia no es suficiente, comprender las complejidades del derecho internacional es fundamental. En RedClaimer, estamos aquí para asesorarte y acompañarte en cada etapa de este camino, transformando la incertidumbre en una oportunidad real para recuperar lo que es tuyo. No dejes que las fronteras sean un impedimento para cobrar tus facturas.