Imagínate esta escena: te levantas, revisas tus cuentas y ahí sigue, impertérrita, esa factura de 3.000 € que un cliente te debe desde hace meses. Sus llamadas no las coge, tus emails los contesta con monosílabos o ni eso, y cuando lo hace, la excusa es siempre la misma: «problemas de liquidez», «pagos centralizados», o «el duende del banco se llevó mi transferencia». La frustración te corroe. Y justo en ese momento, decides darle un vistazo rápido a LinkedIn para animarte un poco, ¿y qué ves? Un «Me gusta» de tu deudor en LinkedIn en tu última publicación. ¡Un «Me gusta»! Y para rematar, un comentario del tipo: «¡Gran post! Muy interesante, como siempre».
¿Perdona? ¿Pero esto qué es? ¿Un concurso de cinismo? ¿Una nueva modalidad de yoga para la conciencia? Este comportamiento, tan común en la era digital, no solo es exasperante, sino que puede llegar a ser francamente desconcertante. En RedClaimer, hemos visto de todo, y los deudores que interactúan en redes sociales como si nada es una de esas «joyitas». Aquí desgranamos por qué actúan así y, lo más importante, cómo puedes convertir su descaro digital en una oportunidad para cobrar lo que es tuyo.
El Deudor Socialmente Activo: ¿Psicología o Desvergüenza Pura?
Cuando tu deudor en LinkedIn (o en Facebook, Instagram o X) te da un «like» o te deja un comentario mientras te debe dinero, pueden estar operando varias capas de… digamos… «peculiaridad»:
- 1. La amnesia selectiva (o negación extrema): Es posible que el deudor, en su mente, haya compartmentalizado tan bien la deuda que realmente crea que las redes sociales son un espacio ajeno a sus obligaciones financieras. Es como si el LinkedIn de negocios no tuviera nada que ver con la factura de la vida real. «Ah, ¿la factura? Esa es para mi ‘yo’ del trabajo. Ahora soy mi ‘yo’ de redes sociales, aquí solo hay buen rollo.»
- 2. La táctica del despiste: Una forma sutil de decirte «Estoy vivo, pero no hablemos de eso». Al interactuar de forma positiva, intentan mantener una apariencia de normalidad y buena fe, esperando que te olvides de la deuda o que te dé reparo presionarlos. Es un «fake it till you make it» versión impago.
- 3. El control de daños (preventivo): Si son conscientes de que te deben, pero quieren evitar que pienses que los has «perdido» como contacto o que su relación se ha agriado por la deuda, intentan mantener la cordialidad superficial. Es como poner una tirita en una herida abierta.
- 4. La falta de autoconciencia: Hay personas que, sencillamente, no conectan los puntos. Su capacidad de empatía financiera es nula. Ven un buen contenido y le dan a «me gusta» sin procesar que la persona que lo creó está pendiente de un pago suyo. Vive en su propio mundo burbuja de ego y algoritmos.
- 5. El despiste genuino (raro, pero posible): En una minoría de casos, y esto es casi un mito, puede que estén tan abrumados con su propio trabajo y las notificaciones que realmente no asocien tu post con la factura pendiente. Sí, suena a excusa, y probablemente lo sea.
Sea cual sea la causa, el resultado es el mismo: frustración para ti, el acreedor, que ves cómo tu dinero se esfuma mientras la cordialidad virtual campa a sus anchas.
Cómo Reaccionar ante el «Like» del Deudor: De la Indignación a la Estrategia
Ver el «like» de tu deudor en LinkedIn es tu momento «eureka» para pasar a la acción, no para desahogarte públicamente (¡ni se te ocurra responderle en el post con «y mi dinero qué»!):
1. Documenta y Silencia (Discretamente)
Lo primero: haz una captura de pantalla de ese «like» o comentario. No es una prueba irrefutable en sí misma, pero es un indicador de que el deudor está activo y tiene acceso a internet, y que, al menos, es consciente de tu existencia digital. Luego, en tu fuero interno, sonríe con malicia y a lo tuyo. No es momento de confrontación pública.
2. Convierte el «Like» en un Recordatorio Amistoso (y Directo)
El «like» es una puerta abierta. ¡Aprovéchala!
- Paso 1: Mensaje Directo o Email: Envía un mensaje privado por LinkedIn (o un email, si es tu canal habitual) lo antes posible.
- Qué decir: «¡Hola [Nombre del deudor]! Vi tu comentario en mi post y me alegra mucho que te haya parecido interesante. Aprovechando que estamos en contacto, quería recordarte que aún tenemos pendiente el pago de la factura [Número de factura] por [Cantidad], cuyo vencimiento fue el [Fecha de vencimiento]. Te agradecería si pudieras darnos una actualización sobre cuándo podemos esperar la transferencia. ¡Gracias de antemano!»
- Por qué funciona: Es directo, profesional y le hace ver que no pasas por alto su actividad. Le estás forzando a conectar su vida virtual con su deuda real, de manera educada pero firme. Ya no puede esconderse.
- Paso 2: La Llamada Estratégica (si no hay respuesta): Si tras el mensaje directo no hay respuesta, llama.
- Qué decir: «Hola [Nombre del deudor], te llamo porque vi tu ‘me gusta’ en LinkedIn y me alegro de que estés al día con nuestras publicaciones. Quería retomar el tema de la factura [Número de factura] que te enviamos. ¿Podrías confirmarme el estado del pago o si necesitas algo de nuestra parte para agilizarlo?»
- Por qué funciona: De nuevo, estableces la conexión. Le demuestras que estás atento y que su interacción en redes no te despista de lo importante. La incomodidad que le generes puede ser un gran motivador.
3. Deduce Causas y Propón Soluciones (Realistas)
Si tu deudor en LinkedIn actúa así, es probable que esté evitando el enfrentamiento directo por alguna razón. Intenta deducir cuál podría ser:
- Posible causa: Realmente tiene problemas de liquidez y le da vergüenza afrontarlo.
- Solución: Ofrece un plan de pagos flexible. «Entiendo que las situaciones económicas pueden ser complejas. Hemos diseñado planes de pago para adaptarnos a diversas circunstancias. ¿Te interesaría que lo revisemos juntos para encontrar una solución que te funcione?» (Siempre y cuando valga la pena el esfuerzo, claro).
- Posible causa: Desorganización o prioridades mal enfocadas.
- Solución: Sé persistentemente organizado. Envía recordatorios periódicos (sin ser spam), con fechas claras y consecuencias. «Queremos evitar el recargo por mora, por lo que te instamos a realizar el pago antes de [Fecha límite].»
- Posible causa: Simplemente no le importa.
- Solución: Aquí es donde la vía amistosa tiene un límite. Si las interacciones en redes y los recordatorios directos no surten efecto, es momento de escalar. Considera la mediación profesional o, como último recurso, la vía judicial.
4. No Dejes que la Amistad Online Nuble la Relación Profesional Real
El deudor que te saluda en LinkedIn busca mantener una fachada. Tu trabajo es recordarle que el negocio se basa en transacciones reales, no solo en «likes». Mantén tu profesionalismo, pero sé implacable con el cobro. La cortesía es importante, pero no a expensas de tu sustento.
RedClaimer: Tu Aliado contra el Deudor Socialmente Activo
Lidiar con un deudor en LinkedIn que te debe dinero y te da «likes» es una de esas pequeñas torturas modernas. No permitas que el sarcasmo se convierta en resignación. En RedClaimer, te ayudamos a gestionar estas situaciones complejas, transformando la frustración en acción efectiva. Porque tu negocio merece el respeto y el pago por el trabajo bien hecho, y no un simple «Me gusta» en las redes sociales. ¡Es hora de convertir ese «like» en dinero en tu cuenta!