En RedClaimer vemos a diario los problemas de cobro causados por el impago de facturas y el cese de actividad.
Pero otra cosa que nos sorprende es atender a un cliente con problemas de cobro que, habiendo cesado su actividad, nos pide que reclamemos facturas que en su momento fueron impagadas.
Voy a empezar por lo obvio.
No existe una cifra o porcentaje exacto de los ceses de actividad que se producen en un año (tanto de empresas como de autónomos), que pueda imputarse directamente a la falta de cobros.
Existen encuestas y estudios como los que hace CEPYME o Iberinform. Ponen de manifiesto qué porcentaje de empresas y autónomos teme por su continuidad por la falta de pagos, y es muy abultada, llegado a veces a casi el 20%.
Como ya indicamos en un artículo previo, la emisión de una factura ha comportado que se incurran en costes y gastos. Al igual como la imposibilidad de poder hacer otros trabajos (lógico, por el coste de oportunidad).
Si te impagan una factura, no solamente has incurrido en dichos gastos, sino también posiblemente en gastos financieros. Los cuales vienen derivados de la necesidad de contratar pólizas, préstamos… También puedes incurrir en un deterioro de tu imagen ante proveedores. Y por supuesto, en casos más extremos, el cierre de la empresa, con los daños a sus propietarios, a trabajadores y a acreedores.
Como te decía anteriormente, no son pocas las ocasiones en las que un cliente nos llama para intentar recuperar facturas impagadas anteriores al cierre de su empresa o al cese de su actividad.
¿Se puede hacer?
Pues se puede hacer pero hay una serie de inconvenientes que no siempre lo permiten. Si quieres puedes leerlo en otro artículo.
