Poco o nada se habla de la energía que roba a empresarios, autónomos, responsables financieros, de administración…, el hecho de tener que recuperar una deuda.
En primer lugar, lo que siento es vergüenza por tener que pedir a alguien que te pague lo que acordaste, más si cabe si no ha habido problemas con tus trabajos o productos.
Me siento mal. Siento que estoy haciendo algo que no debo. Siento que voy a someter a otra persona a una tensión nada más que por pedir lo que en su día acordamos.
En segundo lugar, otra sensación que normalmente tengo es la de creer que cuando llame a mi cliente, pidiéndole el pago, me va a mandar al carajo, se va a enfadar, no me va a volver a comprar… Es un sentimiento de culpa
Otra cosa que me ocurre es que al presionar a mi cliente, voy a dar una imagen de “tieso”, y permíteme que lo diga así. Es decir, si tuviera dinero en la cuenta bancaria no tendría que pedir que me paguen. Y eso me deja en una posición de debilidad frente al cliente
También me aborda un sentimiento de menosprecio, es decir, el cliente va a menospreciar a mi empresa, y en futuras ocasiones seguro que me va a presionar en precios, en formas de pago, en plazos…
Y por supuesto, las peores sensaciones son las de pérdida absoluta del control e impotencia. Lo vas a entender.
Cuando tengo que pedir que me paguen, algo falla, y sobre todo, algo va a fallar en mi empresa. No voy a poder atender mis pagos (proveedores, trabajadores…). Y eso me mata. No poder planificar me mata, y eso me hace sentirme impotente, y al final depender de terceros (del cliente que me quiera pagar, del banco que me de una línea, del proveedor que me aguante el pago)
Cuando llego a casa, después de terminar interminables días de trabajo, además tengo que poner una sonrisa, ya que mi pareja no va a entender lo que me ocurre, ni mis hijos, ni mis amigos. Pero tampoco puedo decaer delante de mis compañeros, de trabajadores…
¿Sabes qué te digo? Que estoy absolutamente harto de penar, sufrir y padecer. Me encanta mi empresa, mis compañeros, mis clientes, mi trabajo. Pero esas “ovejas negras” que no pagan me joden total y absolutamente. ¿Qué puedo hacer? Eliminarlos de mi vida.
Esas ovejas negras son ideales para que las tengan mis competidores. Y no me alegro por ellos. Pero no quiero que me fastidien día tras día con preocupaciones