¿Sabes cuál es la diferencia entre deudor y acreedor?
Es posible que te suenen a chino y que no sepas quien es el acreedor y quien el deudor, pero no te preocupes. En este post te lo explicamos paso a paso para que estos términos no vuelvan a confundirte.
1. Deudor y acreedor, ¿cuáles son las diferencias?
Desde el punto de vista jurídico, se llama deudor y acreedor a cada uno de los sujetos que intervienen en una obligación. Esta es una definición que quizás te siga dejando con dudas, por eso empezaré definiendo qué es una obligación.
Una obligación es la relación en la que una persona, el acreedor, tiene la facultad de reclamación de cantidad sobre el deudor, derivado de un determinado comportamiento que puede consistir en dar, hacer o no hacer, y que se denomina prestación.
Partiremos de este concepto civil para definir la figura del deudor y del acreedor desde un punto de vista “más económico”.
¿Qué es un deudor?
Deudor es la persona física o jurídica (empresa) que está obligada al cumplimiento de una prestación económica y que responde de ello con su patrimonio presente y futuro. Para que quede lo más claro posible:
- “Personas físicas” son los seres humanos, mientras que “personas jurídicas” son las entidades, como, por ejemplo, sociedades mercantiles, ayuntamientos, fundaciones, etc.
- Una prestación económica es la que consiste en entregar una cantidad de dinero, es decir, pagar.
- Si un deudor no cumple con su obligación podrá sufrir el embargo y posterior subasta de sus bienes para que con la cantidad que se obtenga se pueda saldar la deuda pendiente. Y no sólo de los que posea en el momento del impago sino también de los que adquiera en el futuro. Eso es lo que significa que “responderá con su patrimonio presente y futuro”.
También se puede obtener la cantidad con un aval bancario, del que tenemos un artículo que te recomiendo que leas.
La idea fundamental de este concepto y que debemos tener clara es:
Deudor es quien está obligado a pagar una cantidad de dinero a otro.
¿Qué es un acreedor?
Acreedor es la persona física o jurídica que tiene derecho a exigir el cumplimiento de una prestación económica a otra persona (que es el deudor). Como ya debes de haber deducido, es la parte opuesta al deudor.
Las aclaraciones que hemos hecho para el deudor nos sirven aquí igualmente. La idea fundamental que tienes que retener es la siguiente:
Acreedor es quien tiene derecho a cobrar deudas que otro le debe.
2. ¿Qué tipologías de acreedores existen?
En primer lugar, podemos distinguir entre:
- Acreedores reales: la obligación queda reflejada formalmente en un contrato legal.
- Acreedores personales: cuando las obligaciones de pago se producen con familiares o amigos.
Existe otra clasificación, que diferencia entre acreedores simples y privilegiados:
- Privilegiados: autorizados por la ley para que se les pague primero que a otros acreedores. Si existe una cola para cobrar, estos serían los primeros en hacerlos.
- Simples u ordinarios: cobra la deuda solo cuando ya hayan cobrado los acreedores privilegiados. Son los últimos de la fila.
3. Deudor y acreedor: diferencia y ejemplos
Diferencia entre deudor y acreedor
Con lo visto hasta ahora la diferencia entre deudor y acreedor es clara:
- Deudor es quien debe dinero
- Y acreedor es a quien se le debe el dinero.
Así que habrá un acreedor siempre que exista un deudor que le deba una cantidad.
Son dos caras de la misma moneda: su posición es la opuesta y una figura no puede existir sin la otra.
Ejemplos de acreedor y deudor
Uno de los ejemplos más comunes para diferenciar entre estos dos sujetos es cuando un banco concede un crédito o un préstamo de dinero a un cliente. En este caso, el banco sería el acreedor y el cliente el deudor.
Ahora bien, existen multitud de ejemplos en la vida diaria:
- En la compra de algún bien a plazos, la figura del vendedor correspondería con el acreedor y el comprador sería el deudor.
- La compañía de teléfono sería la acreedora frente a las facturas de móvil impagadas.
- Ante el retraso en el pago de cualquier impuesto, la Agencia Tributaria sería la parte acreedora.
Ahora que sabes la diferencia, lo bueno es ser acreedor. Pero lo mejor de todo, además, es no tener deudores, o si los tienes, que te paguen.
José Antonio Caballero
CEO de RedClaimer. Consultor empresarial y apasionado de mi trabajo. Escribo sobre el sector del Legaltech y el Fintech, con el objetivo de ayudar a empresas con dudas más comunes de lo que te imaginas. Si me necesitas, podrás encontrarme por LinkedIn.